miércoles, 2 de noviembre de 2011


Síntesis del argumento



Temple Grandin nació el 29 de agosto de 1947 en Boston Massachusetts, en el seno de una familia de clase media, hija de profesionistas, su madre no ejerció su profesión  y se ocupa como ama de casa. Temple dio muestra de tener un estado emocional inestable, cuando su madre descubrió su evidente rechazo al contacto físico, hasta que a los cuatro años es diagnosticada con autismo. Crecer con ese estado psicológico provoca que desarrolle sensibilidad a los sonidos, una excelente memoria visual y una gran capacidad para asociar y conectar imágenes; pero emocionalmente no es capaz de controlar sus emociones, tiene ataques de ansiedad, berrinches constantes, soledad y agresividad.
En la época en que Temple es diagnosticada con autismo, había pocos estudios sobre el estado emocional y su tratamiento, es por esta razón que los médicos recomiendan a sus padres que sea internada, pues por su condición difícilmente podrá adaptarse a su entorno, será señalada como diferente, sufrirá incomprensión y puede alterar la estabilidad emocional de la familia.
La vida escolar de Temple transcurre entre el apoyo incondicional de su madre y en escuelas especiales para niños afectados en su estado emocional. Durante su estancia en bachillerato, como técnica de relajación a los estudiantes les permiten realizar paseos a caballo.
Su vida escolar se ve enfrascada en un sin número de contratiempos e incomprensión de parte de sus compañeros y maestros, porque en sus primeras etapas escolares, prevalecía en las aulas la estructura social y modelos educativo racional, una escuela antiemocional centrada "en una visión positivista y racionalista como camino al progreso y a la felicidad, se controla lo que los alumnos  deben o no hacer, se controla el tiempo, la mente, el cuerpo y sus emociones" (Cassasus, 2006, p.173). Cuando Temple cursa una escuela especial en bachillerato, en dónde su profesor de ciencias descubre el ser emocional de su alumna, así como, sus habilidades para el diseño, el cálculo, la abstracción y las operaciones concretas; éste le apoya para enfrentar su condición y dar cabida a nuevos retos personales y académicos. Lo anterior, conjugado al hecho de que "durante la segunda mitad del siglo XX los descubrimientos de las ciencias cognitivas, en la neurobiológica, en la economía, en la educación, y en psicología, cuestionaron la imagen racionalista que nos habíamos formado de nosotros mismos" (Cassasus, 2006, p.37). Asimismo, gracias al rol comprometido del profesor de ciencias, en pro del mejor desempeño, Temple logra conquistar nuevos horizontes posterior a la etapa adolescente. 
Con la finalidad de tomarse un tiempo para decidir su ingreso a la universidad, su madre la envía al rancho de sus tíos a pasar el verano; esta estancia define su vida personal y futuro académico. Ahí fue testigo de una técnica empleada para tranquilizar al ganado cuando lo tienen que explorar, de modo que cuando ella sufre una crisis de ansiedad establece una correlación con sus propias emociones y la de las vacas. Experimenta el encierro en esa especie de jaula y al sentir la compresión de los laterales, se siente aliviada: esa jaula representa el contacto físico que ella evita con las demás personas. Más adelante. Temple innova una máquina denominada “maquina de dar abrazos” y la adopta como método terapéutico para calmar sus alteraciones emocionales durante su estancia en la universidad.
Al finalizar sus estudios de  psicología, se dedica al estudio del bienestar animal en la industria ganadera, debido a la empatía que siente con los animales. Así decide cursar una maestría para estudiar los estados emocionales del ganado y especializarse en comportamiento animal; se vuelve defensora de estos animales, porque considera que su vida y muerte no debe ser cruel. Que deben tener una muerte digna y propone diseños de insfraestrutura taurina, para no perder cabezas de ganado y evitarles sufrimientos durante el recorrido que tienen que hacer al ser sacrificados. 

Paralelamente, durante este período escribe artículos científicos relacionados con el ganado y finalmente supera con éxito su proceso académico y además se vuelve exponente de su situación personal de autismo, como lo enfrentó y superó para llevar una vida de éxito a pesar de su condición psicológica.
 
Cuando es profesionista, Temple sufre incomprensión ante el profundo desconocimiento de su estado emocional y rechazo de género cuando se inserta a laborar en un área considerada para varones, en que la mujer difícilmente era aceptada por las restricciones sociales y culturales de la época. En décadas recientes, gracias a los avances en investigaciones sobre el autismo, sumado a las nuevas tendencias en educación (escuela emocional, centrada en el alumno); Temple logra sobresalir y es aceptada social y académicamente. 
Actualmente existe información, aceptación e igualdad por las personas consideradas especiales, ya que nos aportan grandes enseñanzas y aprendizajes.



Referencia


Casassus, J. (2006). La educación del ser emocional. Distrito Federal, México: Castillo.

2 comentarios:

  1. Interesante la biografía de Temple Grandín y la percepción del educador para ayudarla a encontrar su potencial. Me interesó mucho por que tengo una hermana especial y creo que es un artículo que vale la pena seguirlo difundiendo Ana Cristina saludos. Margarita Benel

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    1. Hola Margarita, es un gusto saludarte. Me alegra mucho que este trabajo académico pudiera ayudarte con la situación de tu hermana en particular, pero también puedes enfocarlo en tu quehacer docente.
      Espero que te encuentres muy bien!!

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